Número y Tiempo
Reflexiones psicológicas hacia un
acercamiento de la
psicología del profundo y la física
Marie Louise von Franz
Traducción
de José Zavala con la inestimable colaboración de Dieter Baumann. Han
colaborado, además, Agnes Zavala y Andrés Salgado. Mi agradecimiento más
sincero a María Kardaun por su ayuda en la traducción de las
expresiones griegas y latinas, así como a Wilhelm Just y Hansruedi
Wampfler por haber ayudado enormemente a traducir y, sobre todo, a
comprehender los conceptos físicos y matemáticos. Agradezco también a
Rosa Barrachina, Blanca Casielles, Daniela Chaparro, Anna Ciscar, Ramón
Corell, Iván Martinez, Rafael Monzó, Luis Montes, Jesús Regueiro, Rafael
Rodríguez, Mª Victoria Ruiz, Rosa Sierra, Carmen Vadillo, todos ellos
miembros de la Asociación Valenciana de Psicología Analítica según C. G. Jung y Marie-Louise von Franz,
que contribuyeron en gran medida en la redacción del texto español.
Pero, en definitiva, el traductor asume toda la responsabilidad.
Agradezco
a Annemarie Rüttimann que, con su generosa donación, permitió la
adquisición de libros de referencia, que facilitaron el trabajo de
acercamiento a los escritos de C. G. Jung y Marie-Louise von Franz.
Esta
traducción no es el fruto que nace, tan sólo, de los conocimientos
precisos de las lenguas alemana y española, sino, también, de las
íntimas experiencias vivenciadas durante más de 30 años en un trabajo
analítico intensivo, personal e individual con Marie-Louise von Franz,
no sólo mías sino de todas las personas que he mencionado, las cuales
han sido sus alumnos, amigos y colaboradores.
Nota bene: se
incluyeron, resp. tradujeron también los textos que aparecen sólo en las
ediciones inglesa y francesa. - En ninguna ocasión se tradujo la
palabra inglesa pattern (modelo, patrón) por ser precursora del concepto
de arquetipo en la psicología analítica de C. G. Jung.
José Zavala
Zürich, otoño de 2004
Nota a la traducción:
José
Zavala, en Diciembre de 1999, me comunicó personalmente, que tuvo
conocimiento, de forma inesperada, que su amada maestra Marie-Louise von
Franz, mencionó, de forma expresa que en su día, él fuera quien
autorizara la traducción al español de su libro “Zahl und Zeit”, para
que éste pudiera ser publicado.
Cuando le fue proporcionada una
tal traducción, su impresión fue que procedía de una persona que
aprendió alemán solo superficialmente, pero que carecía de conocimientos
profundos de la lengua alemana y absolutamente ningún conocimiento de
Psicología Analítica, según C.G.Jung y Marie-Louise von Franz.
José
Zavala con la ayuda de Dieter Baumann, el nieto de C.G.Jung, con su
encantadora hija Agnes Zavala, Andrés Salgado Müller y otros amigos que
conocen y dominan perfectamente las dos lenguas, se dedicaron a traducir
del alemán, durante más de tres años este libro, sin ninguna clase de
intereses económicos, tratando de ser lo más fiel posible a su texto y
sólo siguiendo el Eros, con el cual Marie-Louise von Franz lo había
escrito.
En alguna medida este trabajo es pues, un tributo y una
humilde contribución, dedicada a nuestra venerada maestra y amiga, a la
que tanto añoramos y queremos, y sin duda, la mujer de este milenio, de
la que nos sentimos tan orgullosos de haber sido sus amigos y alumnos.
Con
todos ellos, reafirmo mi compromiso personal, en el respeto a su
memoria y a su obra, y si he contribuido, en este sentido, algo, estaré
satisfecho.
Rafael Monzó
Valencia, verano de 2005
Contenido
Prólogo
Prefacio a la segunda edición francesa
I. El número como común ordenador de psique y materia.
1. El problema de la unidad de psique y materia.
2. Representaciones figurativas y estructuras matemáticas en su relación con el Unus-Mundus.
3. El número como manifestación primordial del espíritu y como propiedad indispensable de la materia.
II. La estructura de los cuatro primeros números.
4. El número como cualidad de un Uno-Continuo, cualidad distinguible en función del tiempo.
5. El dos como un ritmo del Uno-Continuo, ritmo que engendra simetrías y, a través de esto, contenidos observables.
6.
El tres como configuarción rítmica de actualizaciones con carácter de
proceso en el consciente humano y en el mundo espacial de lo corporal.
7.
El cuatro como modelo de entereza del Uno-Continuo en estructuras
relativamente cerradas en el consciente humano y en el mundo corporal.
III. El campo del inconsciente colectivo y su dinámica interior.
8. Arquetipos y números como „campos“ de secuencias rítmicas de desplegamiento.
9. Los números como configuraciones isomorfas de movimiento de la energía psíquica y física.
IV. Modelos matemáticos históricos del Unus-Mundus.
10. Modelos históricos de Mandala como equivalente intrapsíquico del Unus-Mundus.
11. Mandalas adivinatorios, mnemotécnicos y cibernéticos.
12. El arquetipo del juego de números como fundamento del cálculo de probabilidades y del oráculo por medio de números.
V. El número y los aspectos parapsicológicos del principio de sincronicidad.
13. Número, tiempo y sincronicidad.
14. El Unus-Mundus como mundo del espíritu y de los „espíritus“.
15. Sincronicidad y Coniunctio.
Resumen y perspectiva.
Epílogo.
Bibliografía.
Procedencia de las ilustraciones.
Índice de nombres y materias.
Número y tiempo
Prólogo
Después
de haber concluido su trabajo sobre el principio de sincronicidad en
„Naturerklärung und Psyche“, expresó C. G. Jung la suposición, que
también él mismo insinúa brevemente en el trabajo mencionado, que, de
aquí en adelante, probablemente podríamos penetrar aún más en el terreno
de la realidad de la unidad de psique y materia a través de una
investigación de los arquetipos de los números naturales. Empezó,
incluso, a anotar en una hoja de papel algunas propiedades matemáticas
de los cinco primeros números de la serie numérica. Pero una vez, más o
menos dos años antes de su muerte, me la entregó con las siguientes
palabras: „estoy muy viejo para poder todavía escribir esto, así que se
lo paso a usted.“ Durante largo tiempo no supe si en realidad, debía
emprender esta tarea o, si sólo tenía que guardar el tema en la cabeza
para encargársela, alguna vez, a alguien con más vocación. Pero después
de la muerte de Jung, el problema nunca me dejó en paz y, agradezco a mi
amiga Barbara Hannah que me haya animado a atreverme a intentarlo. Así,
este trabajo ha sido llevado a cabo en el transcurso de más de seis
años; no reprenta ninguna otra cosa más que un primer intento de aclarar
algunas preguntas individuales de este difícil tema. Por ningún
concepto se ha tenido el propósito que este escrito sea de carácter
matemático en el sentido habitual de la palabra. No es tampoco un
trabajo simbólico sobre el número sino, más bien, una tentativa de
observar - mediante la consideración del concepto del inconsciente - el
fenómeno del número desde un punto de vista, en principio, nuevo, que no
coincide con los dos terrenos arriba mencionados. Aunque tuve que
emprender incursiones en el terreno de la matemática, he permanecido
consciente de que allí me faltan los instrumentos para osar
explicaciones más detalladas. Por el mismo motivo quedó también sin
considerar la relación con la lógica del lenguaje y con la teoría de la
música, no obstante que allí podría ser descubierta una gran riqueza de
relaciones y nexos.
Además de a Barbara Hannah quisiera agradecer
aquí al Dr. med. Franz Riklin por su interés en este trabajo, así como a
Arnold y Nora Mindell que me ayudaron, con entusiasmo, a aclarar mis
reflexiones y acompañándome con su profunda comprensión. Debo, además,
agradecer enormemente al Profesor Konrad Voss de la Eidgenössischen
Technischen Hochschule, que se puso a mi disposición como matemático
para discutir cuestiones fundamentales, y que me ayudó a corregir
diversas redacciones no profesionales.[1]
Es al Dr. Mokusen Miyuki a quien debo la información concerniente a las
especulaciones de Fa-tzang sobre los números (cap. 4). No me puedo
privar el relatar el interesante fenómeno de sincronicidad, que sucedió
en relación con esto. Cuando creí haber acabado en lo escencial de
escribir el libro, faltando sólo el pulir los detalles, tuve el
siguiente sueño:
„Estaba en una exposición de arte indio antiguo y
vi en una vitrina figurines de demonios, de cerca 30 cm de altura, que
lloraban. Sabía que esto se relacionaba con una historia de la vida de
Buda, en la cual el había sido matado por los demonios. Pero, cuando los
demonios vieron lo que habían hecho, lloraron y se convirtieron a una
fe humanamente inspirada. Faltaban algunas figuras, porque un joven
erudito se las había llevado para dar una conferencia. Indagando miré en
la sala de conferencias, pero esta estaba completamente oscura.
Entonces salió el (para mí desconocido) joven erudito. En ese momento
avanzó Jung hacia él y, muy animados comenzaron un diálogo científico.
Jung me hacía señas, de que yo también debería escuchar.“
Comprendí
que el erudito, o sea mi Animus (parte espiritual), sabía algo, que
eventualmente, atañía a mi libro, pero él estaba leyendo[2]
en las tinieblas, su saber se encontraba, para mí, totalmente en la
oscuridad. Ya que no supe como extraer más sentido de esto, no hice
nada. Algunas semanas después, encontré al Dr. Miyuki por motivos
circunstanciales completamente distintos a esto. Pero, cuando la
conversación se interrumpió, me vino a la memoria mi sueño y se lo
conté. Entonces me comunicó el Dr. Miyuki que, en realidad, hay una
teoría de los números, esotérica budista, en el llamado Hüa-yen-Budismo
(que fue transplantado de India a China), que él ya había empezado a
traducir para mí, pero que luego la había dejado. Se tomó la molestia
entonces, de traducirme los rasgos capitales del texto del patriarca
Fa-tzang. La idea del continuo, allí representada, así como la idea del
paso retrógrado del contar formaban, para mi sorpresa, un paralelo que
se aproximaba mucho a mis exposiciones. En consecuencia, mi inconsciente
sabía algo, que él, visto racionalmente, de manera imposible podía
saber y, en este caso está excluída, demostrablemente, la criptomnesia,
ya que el texto nunca había sido traducido a una lengua europea y yo no
conozco ninguna lengua oriental. Las exposiciones de Fa-tzang se
relacionan con la Multi-Unidad del arquetipo del Sí-Mismo y contienen,
todavía, muchas especulaciones metafísicas ulteriores, que no he
incluído en mi libro.
Finalmente, en este lugar, quisiera todavía
agradecer, muy cordialmente también, a la Dra. Elisabeth Rüf y a la
Dra. Gertrud Roos que, proporcionándome los libros necesarios, me han
ahorrado una molestia que hubiera requerido mucho tiempo.
Debo agradecer, además, al Editorial Enrst Klett, que tomara la no fácil tarea de editar este libro.
M-L von Franz
Prefacio a la segunda edición francesa
Después de la primera edición de este libro, se ha producido una evolución del pensamiento científico, que parece venir a encontrar las ideas que he desarrollado, y la unión, o hierogamía de la materia de los físicos con la „psique objetiva“ de Jung, se prepara a grandes pasos. Simultáneamente, la prueba de Kurt Gödel que tiende a demostrar que la matemática se funda, en última instancia, en una base irracional, ha comenzado a penetrar verdaderamente en los espíritus. Esta prueba abre la puerta a una tal unión de la física atómica con la psicología profunda. En el dominio de la física es, sobretodo, el libro de Fritjof Capra, The Tao of Physics,1 el que nos ha ayudado a entrever el paralelismo existente entre las estructuras mentales (en particular en la filosofía oriental) y las de la física atómica. En Francia me parece que es, sobretodo, el pensar de Bernard d‘Espagnat, "A la recherche du réel",2 el que abre el camino hacia una concepción unitaria del mundo. Concluye su exposición con estas palabras: „No puedo pues, decir que las ecuaciones de la teoría cuántica describen en ellas mismas la realidad independiente. Pero, ¿debemos concluir de esto que estas ecuaciones no describiesen sólo la estructura de nuestro espíritu? Evidentemente no... eso sería, evidentemente, absurdo y debo decir que las ecuaciones se refieren, también, al entorno que nos opone resistencia, que es distinto de nosotros y que es común al conjunto de seres humanos. De una manera vaga - e imposible, desgraciadamente, de precisar - a pesar de todo, me siento inducido a reconocer que las estructuras de la física matemática son, por lo menos, un punto de encuentro entre el hombre y el ser.“3 Eso que d‘Espagnat llama „punto de encuentro“ corresponde a la idea de un „unus mundus“ que no es ni psíquico ni material, pero que participa de los dos dominios y que existe, solamente, in potentia en cuanto que no está aún realizado en nuestro consciente. La idea de Jung de un „unus mundus“ se puede también, identificar sin dificultad, con el término de implicate order, que David Bohm introduce en la física.4
Son, sobretodo, las discusiones del coloquio de Córdoba, España, organizado por Radio-France-Culture las que han hecho avanzar la toma de consciencia de los puntos de encuentro entre física, psicología jungiana y parapsicología. Puedo, entonces, remitir al lector al volumen que reune las comunicaciones de este congreso: "Science et conscience".5 Uno de los promotores de este congreso, Michel Cazenave, ha desarrollado estos pensamientos, de una manera estimulante, en su nuevo libro, "La science et l‘âme du monde".6 Algunas reflexiones esenciales se encuentran, también, en la obra de Olivier Costa de Beauregard (con Michel Cazenave y Emile Noël), "La physique moderne et les pouvoirs de l‘esprit".7
En cuanto al fenómeno de sincronicidad en sentido restringido, son, hoy en día, la paradoja de Einstein-Podolsky-Rosen, que demuestra una inseparabilidad de todo el ser, y también, el descubrimiento de una „luz fósil“ en el trasfondo del universo, los que han hecho la hipótesis de Jung mucho más accesible y más probable de lo que era antes. Esta situación es, excelentemente descrita por Hubert Reeves en su reciente libro "Patience dans l‘azur "(la evolución cósmica).8
En otros dominios científicos, igualmente, se ha comenzado a aplicar las ideas de Jung expuestas en mi libro. El posible papel jugado por la sincronicidad en la evolución biológica ha sido resaltado por Hansueli Etter en "Die Evolution als synchronistisches Kontinuum".9 Una obra de Arvo Harvik ha profundizado la relación de las estructuras numéricas con la psique objetiva.10 En fin, conviene mencionar un ensayo matemático de Urs Gantenbein sobre la relación de las estructuras, que aparecen en la teoría de las catástrofes de René Tom, con las estructuras de los primeros números enteros, tales como las que he intentado bosquejar.11
Parece, pues, que las ideas que he expuesto en este libro estén, hoy en día, „en el aire“ y que formen los λόγoι σπερματικoί [palabras inseminantes] que engendraran, probablemente, todavía un gran número de descubrimientos. Esto me parece justificar una nueva edición de la obra. Lo que me falta, todavía, y que no puedo soñar emprender por mí misma, por razón de mi edad y de mi carencia de conocimientos especiales, sería una investigación detallada y puramente empírica de las cualidades de los primeros números en sus relaciones mutuas. Un estudio tal debería ser la obra de un matemático que haya comprendido la noción del inconsciente colectico (o sea „la psique objetiva“) de Jung y que sea igualmente versado en la física nuclear. Exigiría una nueva forma de pensar que, todavía, falta en la educación de los matemáticos. Para realizar este plan, ellos deberían reencontrar el θαυμάςειv [maravillarse] platónico, es decir, una facultad de maravillarse, una ingenuidad, que la mayor parte de ellos han perdido.
Marie-Louise von Franz
Moos-Bollingen, Agosto 1983
Después de la primera edición de este libro, se ha producido una evolución del pensamiento científico, que parece venir a encontrar las ideas que he desarrollado, y la unión, o hierogamía de la materia de los físicos con la „psique objetiva“ de Jung, se prepara a grandes pasos. Simultáneamente, la prueba de Kurt Gödel que tiende a demostrar que la matemática se funda, en última instancia, en una base irracional, ha comenzado a penetrar verdaderamente en los espíritus. Esta prueba abre la puerta a una tal unión de la física atómica con la psicología profunda. En el dominio de la física es, sobretodo, el libro de Fritjof Capra, The Tao of Physics,1 el que nos ha ayudado a entrever el paralelismo existente entre las estructuras mentales (en particular en la filosofía oriental) y las de la física atómica. En Francia me parece que es, sobretodo, el pensar de Bernard d‘Espagnat, "A la recherche du réel",2 el que abre el camino hacia una concepción unitaria del mundo. Concluye su exposición con estas palabras: „No puedo pues, decir que las ecuaciones de la teoría cuántica describen en ellas mismas la realidad independiente. Pero, ¿debemos concluir de esto que estas ecuaciones no describiesen sólo la estructura de nuestro espíritu? Evidentemente no... eso sería, evidentemente, absurdo y debo decir que las ecuaciones se refieren, también, al entorno que nos opone resistencia, que es distinto de nosotros y que es común al conjunto de seres humanos. De una manera vaga - e imposible, desgraciadamente, de precisar - a pesar de todo, me siento inducido a reconocer que las estructuras de la física matemática son, por lo menos, un punto de encuentro entre el hombre y el ser.“3 Eso que d‘Espagnat llama „punto de encuentro“ corresponde a la idea de un „unus mundus“ que no es ni psíquico ni material, pero que participa de los dos dominios y que existe, solamente, in potentia en cuanto que no está aún realizado en nuestro consciente. La idea de Jung de un „unus mundus“ se puede también, identificar sin dificultad, con el término de implicate order, que David Bohm introduce en la física.4
Son, sobretodo, las discusiones del coloquio de Córdoba, España, organizado por Radio-France-Culture las que han hecho avanzar la toma de consciencia de los puntos de encuentro entre física, psicología jungiana y parapsicología. Puedo, entonces, remitir al lector al volumen que reune las comunicaciones de este congreso: "Science et conscience".5 Uno de los promotores de este congreso, Michel Cazenave, ha desarrollado estos pensamientos, de una manera estimulante, en su nuevo libro, "La science et l‘âme du monde".6 Algunas reflexiones esenciales se encuentran, también, en la obra de Olivier Costa de Beauregard (con Michel Cazenave y Emile Noël), "La physique moderne et les pouvoirs de l‘esprit".7
En cuanto al fenómeno de sincronicidad en sentido restringido, son, hoy en día, la paradoja de Einstein-Podolsky-Rosen, que demuestra una inseparabilidad de todo el ser, y también, el descubrimiento de una „luz fósil“ en el trasfondo del universo, los que han hecho la hipótesis de Jung mucho más accesible y más probable de lo que era antes. Esta situación es, excelentemente descrita por Hubert Reeves en su reciente libro "Patience dans l‘azur "(la evolución cósmica).8
En otros dominios científicos, igualmente, se ha comenzado a aplicar las ideas de Jung expuestas en mi libro. El posible papel jugado por la sincronicidad en la evolución biológica ha sido resaltado por Hansueli Etter en "Die Evolution als synchronistisches Kontinuum".9 Una obra de Arvo Harvik ha profundizado la relación de las estructuras numéricas con la psique objetiva.10 En fin, conviene mencionar un ensayo matemático de Urs Gantenbein sobre la relación de las estructuras, que aparecen en la teoría de las catástrofes de René Tom, con las estructuras de los primeros números enteros, tales como las que he intentado bosquejar.11
Parece, pues, que las ideas que he expuesto en este libro estén, hoy en día, „en el aire“ y que formen los λόγoι σπερματικoί [palabras inseminantes] que engendraran, probablemente, todavía un gran número de descubrimientos. Esto me parece justificar una nueva edición de la obra. Lo que me falta, todavía, y que no puedo soñar emprender por mí misma, por razón de mi edad y de mi carencia de conocimientos especiales, sería una investigación detallada y puramente empírica de las cualidades de los primeros números en sus relaciones mutuas. Un estudio tal debería ser la obra de un matemático que haya comprendido la noción del inconsciente colectico (o sea „la psique objetiva“) de Jung y que sea igualmente versado en la física nuclear. Exigiría una nueva forma de pensar que, todavía, falta en la educación de los matemáticos. Para realizar este plan, ellos deberían reencontrar el θαυμάςειv [maravillarse] platónico, es decir, una facultad de maravillarse, una ingenuidad, que la mayor parte de ellos han perdido.
Marie-Louise von Franz
Moos-Bollingen, Agosto 1983
[1] No obstante tengo que tomar yo misma la responsabilidad por lo aquí expuesto.
[2] El texto alemán, er las, no permite diferenciar si estaba leyendo para sí, o si estaba dando una conferencia. N. del T.
1 Shambala, Berkeley 1975.
2 Bordas, Paris, 2ª édition revue et augmentée, 1985.
3 L.c., p.161-162.
4 Wholeness and the implicate order, Routledge and Kegan Paul, London 1980.
5 Actes du colloque de Cordoue, Stock, Paris 1981.
6 Imago, Paris 1980.
7. Le Hameau, Paris 1981
8 Le Seuil, Paris 1981.
9 Tesis del Instituto Jung de Küsnacht, todavía no publicada. Véase también „Zur entwicklungsgeschichtlichen Bedeutung des Schulterblattes bei höheren Primaten“. Gegenbaur‘s morphologisches Jahrbuch 128, Leipzig 1982, p. 652-689.
10 Seele und Kristall, tesis, Zürich 1982, todavía no publicada.
11 Katastrophen. Zusammenfassung und Anwendung in der Psychologie C. G. Jungs. Tesis, Zürich 1979.
Hola! donde puedo conseguir ese libro?
ResponderEliminartraducido al español....
ResponderEliminarMe gustaría leer ese libro. Llegué aquí por sincronicidad
ResponderEliminarEstamos a la espera de que en Suiza la Fundación de M-L von Franz y C.G. Jung, terminen de hacer la revisión del texto original que quieren publicar y que adaptemos luego nuestra traducción, para que así nos proporcionen el visto bueno a nuestra edición.
ResponderEliminarEn cuanto este resuelto el proceso ya lo daremos a conocer.
Buenas! ¿Dónde puedo conseguir esta obra? De antemano, profundo agradecimiento por el trabajo!
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